Reflexiones

Educar significa comprometerse a mejorar la vida de los demás, es ante todo una cuestión de amor.


Es importante hacer un alto en el camino para reflexionar sobre los momentos que como educadores hemos vivido. 

Recuerdo mis inicios como maestra de segundo grado tenía apenas 17 años, mis alumnos era pequeños, divertidos y trabajadores para mí no fue fácil ya que tenía un grupo numeroso por lo que mi directora, maestra y  guía, me  ofreció el apoyo de una maestra auxiliar que me ayudaba en la revisión y retroalimentación a los alumnos más necesitados, en verdad que esta fue una excelente solución pues ir de la teoría que se aprende en la normal a la práctica no es nada fácil. Más adelante trabaje con otros grados pero mi grado preferido fue el quinto es una etapa muy hermosa de los niños y niñas que están entrando en la preadolescencia son más maduros, despiertos y sociables muy sociables y comunicadores. 

 Al impartir cuarto grado me tocó apoyar a una niña con parálisis física pero con muchos deseos de aprender pudimos salir avante con el apoyo incondicional de sus padres yo les indicaba el trabajo que debían realizar  y ellos lo llevaban a cabo en casa. Esta chica fue un ejemplo para muchos de sus compañeros ya que siempre buscaba hacer sus actividades lo mejor posible. 

El apoyo de los padres de familia para mejorar el aprendizaje de los alumnos es indispensable esto lo he aprendido desde mis inicios y me sigue dando buenos resultados,
sabemos que la realidad que viven muchas de las familias de nuestros alumnos (separaciones, divorcios, abandono,etc.)  es en realidad compleja y esto  afecta enormemente su desarrollo integral  y se ve reflejado en su desempeño escolar. 


 A lo largo de toda mi experiencia profesional muchos han sido los aciertos que he tenido pero también fracasos que me llevan a detenerme para buscar mejores  estrategias. 

No juzgar por adelantado a mis alumnos sin antes conocerlos o buscar la causa del por qué actúan de tal o cual manera me ayuda a mantener una relación armoniosa con ellos. Cuando
observo en mis alumnos conductas rebeldes o que son muy introvertidos me tomo un poco de tiempo platico con ellos sobre sus gustos, sus momentos felices, su familia y cosas que les interesan y estos momentos que les dedico me dan buenos resultados pues su comportamiento va cambiando poco a poco. Algo que también ha dado buenos resultados es plantear desde un principio las reglas, forma de trabajo y evaluación; les platico algo sobre mi vida y  mis experiencias como maestra  de una forma amena para crear un ambiente agradable desde el inicio del año y que trato de mantener durante todo el ciclo escolar.

La planeación de mis clases siempre ha sido una fortaleza que me ha ayudado a optimizar el tiempo y mejorar mi trabajo, sin embargo en algunas ocasiones por cuestión de tiempo (asuetos, suspensiones imprevistas entre otras) y lograr cubrir con el programa, no me detuve a hacer una muy efectiva retroalimentación, sé que no soy la única a la que le ha sucedido esto pero por supuesto no es una justificación sino lo señalo para hacer conciencia en lo importante que es  reorganizarnos usando las mejores herramientas, estrategias y plantear claramente el objetivo para lograr un aprendizaje significativo en nuestros alumnos, los resultados del examen final me llevan a cuestionarme y pensar en la búsqueda de nuevos métodos,estrategias y actividades más significativas para ellos. Al estar realizando estos cursos me doy cuenta que me falta mucho por hacer pues nuestros alumnos pertenecen a esta era digital y tenemos que ir a la par con ellos.

En muchas ocasiones queremos justificar nuestras deficiencias culpando a los directivos, al sistema, a los padres de familia esto lo vivo con frecuencia al escuchar los comentarios de compañeros docentes sin embargo considero que es una perdida de tiempo trillar sobre lo mismo en vez de buscar soluciones a los problemas que vivimos, tanta queja no nos lleva más que a perder tiempo que es tan valioso y debe emplearse en mejorar y obtener resultados optimos o sobrasalientes.

Nuestros alumnos son nuestros mejores jueces  ya que ellos viven con nosotros día a día, nos conocen comparten  experiencias buenas o malas se nutren no sólo del conocimiento que les ayudamos a descubrir sino también de los valores que observan en nosotros, por eso nuestra misión es tan importante debemos  amar lo que hacemos para poder trascender.

He recibido muchas satisfacciones en mi trabajo, es muy agradable encontrar a aquellos alumnos que hemos tenido y recibir una sonrisa, un gracias, un abrazo y recordar momentos gratos que vivieron con nosotros en la escuela; ver como se han convertido en hombres de bien y saber que en algo hemos contribuido para ello. La siguiente frase se adecua muy bien a lo que anteriormente señalo por eso la elegí, no se quien es el autor pero creó que amaba tanto el ser maestro como muchos de los que hoy formamos parte de la muy honrosa misión de educar. 

        " Uno recuerda con aprecio a los maestros brillantes, pero con gratitud a los que tocaron nuestros corazones"



  



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